miércoles, diciembre 29, 2004

Amnistía Internacional denuncia violencia contra las mujeres en los videojuegos

Asesinatos, violaciones, esclavitud, tortura, prostitución forzada, abuso de menores...

Un informe de Amnistía Internacional denuncia que los videojuegos siguen promoviendo una normalización de los abusos de los derechos humanos y, en concreto, que fomentan roles y estereotipos discriminatorios hacia las mujeres e incluso que, a veces, se fomenta la violencia de género.

Bajo el título 'Con la violencia hacia las mujeres no se juega', el informe incide en el respeto de los Derechos del Niño en relación a los contenidos que reciben de los videojuegos y en la imagen discriminatoria que sufren las mujeres retratadas en estos juegos por razón de sexo.

Violaciones y prostitución

Según ha señalado el presidente de la sección española de Amnistía, Esteban Beltrán, en la investigación han descubierto agresiones a mujeres, asesinatos, violaciones, esclavitud, tortura, prostitución forzada, abuso de menores, tratamiento de mujeres como objetos y otras violaciones de derechos humanos como ataques a la población civil, entre otros.

Este informe, que es el cuarto que realiza la ONG sobre el fomento de los derechos humanos en el mercado de los videojuegos, ha analizado medio centenar de juegos del entorno PC y videoconsolas, quince páginas web de descargas de juegos a través de internet y ha estudiado la accesibilidad y control de los menores en los salones recreativos de nuestro país y las revistas especializadas del sector.

Títulos polémicos contra la mujer

Ejemplo del trato que recibe la mujer en los videojuegos se puede observar en el juego 'Grand Theft Auto: San Andreas', uno de los más vendidos este año, en el que las mujeres en ejercicio de la prostitución son objeto de agresión y asesinato por parte de quien protagoniza el juego.

En 'Benki Kuosoko', el jugador puede realizar todo tipo de vejaciones a una mujer japonesa, amordazada y maniatada, que se encuentra sentada con las piernas abiertas sobre un retrete, mientras que 'Sociolotron' incluye en su argumento violaciones y esclavitud sexual con consecuencias como la transmisión de enfermedades y embarazos forzados.

Escaso control de los niños

La organización también ha analizado juegos en los que se promueve el abuso sexual contra menores ('Neverland'), se fomentan las ejecuciones extrajudiciales ('JFK Reloaded'), se normalizan los ataques a la población civil ('September 12th'), se desprecia la integridad de las personas ('Caída Libre') o se incita a la violación de derechos humanos en conflictos armados ('Rainbox Six 3').

El informe denuncia la "laxitud" con que la industria de videojuegos fija las edades recomendadas de juego y, "lo que es peor", que los menores de edad pueden acceder a la mayoría de estos juegos "sin control alguno, de forma gratuita y por internet".

Vacío legal de las Administraciones

Beltrán ha lamentado el vacío legal que hay en el Estado español respecto a la protección de menores y ha apuntado que la única legislación existente es la de algunas Comunidades Autónomas como Galicia o Madrid. Sin embargo, ha señalado que "estas comunidades la incumplen o desconocen su cumplimiento".

El representante de Amnistía ha añadido que "el Estado español está incumpliendo la Convención sobre la eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, que le obliga a tomar las medidas necesarias para suprimir dicha discriminación en todas sus manifestaciones".

Por ello, la organización insta al Gobierno a poner en marcha este marco legislativo y a las Comunidades a que hagan cumplir la legislación vigente en la normativa que regula la homologación de los salones recreativos.

Posibles mejoras legales

Además, solicita al Ejecutivo una mayor implicación en la supervisión del Código de Autorregulación de la industria del software de entretenimiento, que Beltrán ha calificado de "demasiado flexible en algunos videojuegos, sobre todo en la clasificación de la edad recomendada para cada juego".

Dentro de sus recomendaciones, tampoco se deben olvidar otros actores sociales implicados, como los profesionales de la educación y los padres de los menores, responsables también de concienciar a los niños y de controlar los contenidos de los juegos que llegan a sus manos

fuente: periodistadigital.com